Caperucita Roja no se anda con tonterias…

¡Otro día más, en mi periplo de dominar el aleatorio y bello arte de las acuarelas! He de decir que me compré un pincel algo «churrasposo» por eso de ahorrarme unos eurillos, por lo que las pinceladas en el dibujo han sido desastrosas, pero… asi queda más natural y molón, ¿a que si? (mejor no respondáis a eso…); aunque he de decir que los colores del conjunto me gusta como quedan, la verdad, no se a vosotros. Ya me contaréis qué os parece.

No creo que necesite presentaros a Caperucita Roja (no, no tiene una hermana que se llame Cruz… diossantoperdonadesechistehorrible…), la prota del cuento popular en el que le lleva una cesta llena de «vete-tu-a-saber-qué», a su abuelita, y se cruza por el camino con un lobo (pero no un lobo cualquiera, ¿eh? ¡un lobo feroz!… se ve que por aquella época estaban de moda los adjetivos).

En cualquier caso, el tiempo lo cambia todo, incluidos los cuentos, que se adaptan a los tiempos modernos. Yo lo he representado asi:

¿Qué? ¿Que es muy cutre representar una versión moderna de Caperucita Roja, sólo añadiendo un arma en la escena? Si… es posible… pero igual no es el cuento modernizado de Caperucita Roja lo que quiero representar en el dibujo… es lo que tiene el arte, que uno puede pintar borracho cualquier chorrada, y luego alguien le sacará sentido. Mejor no voy a seguir alargando esto, que se me está yendo de las manos, y tanta absurdez es mala. Me voy a ir despidiendo…

A ver si consigo actualizar el blog más, que ultimamente no estoy subiendo mucha cosa… un saludo y espero que os haya gustado lo que hayáis visto. Hasta la próxima 😉

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