Qué agradable es el frío invernal. De hecho, es tán agradable, que en ocasiones dura más de lo que le corresponde, y la verdad es que no me molesta en absoluto. Ya me he acostumbrado a convivir en ambientes fríos e incluso helados a veces (bueno, en este último aún no le he cogido el truco, y mis pezones se vuelven de diamante), haciéndo que prefiera el frío al calor. Tampoco he estado muy expuesto a ambientes suficientemente cálidos como para descongelarme, asi que igual cuando eso suceda, cambiaría de opinión; ah, qué agradable es el frío invernal.

Un saludito 🙂