Levantarse por la mañana, ducharse, desayunar, trabajar, comprobar el correo, dormir, levantarse por la mañana, ducharse, desayunar, trabajar, comprobar el correo, dormir, levantarse por la mañana……. en ocasiones, la rutina puede ser un coñazo, ¿a que si? Por suerte, no somos seres autómatas y contamos con un libre albedrío, bastante majo él; nos permite hacer cosas según nuestro estado de ánimo, que de una u otra forma, nos ayudan a desahogarnos y, por supuesto, relajarnos. Unos leen su libro favorito… otros van al cine… otros montan miniaturas… otros se van con su pareja a un lugar alejado de la mano de Dios para no volver en 3 días… y bueno, yo, dibujo.

Hoy ha sido una de esas noches en las que el sueño no estaba presente, y mi compañero Insomnio me ha ayudado a recordar aquellos maravillosos momentos que pasé cuando era un chavalín, y me pasaba las horas pegado a la consola. Enseguida, se me ha iluminado la bombilla, y me han entrado ganas de dibujar a uno de tantos personajes videojueguiles, que tanto me han inspirado para hacer lo que tanto me gusta hacer: dibujar.

PD: Aquí os dejo el proceso del dibujo en video, a velocidad mega rápida (je),  por si queréis echarle un vistacillo 🙂